Esta tabla pintada en témpera por Ambrogio Lorenzetti data de 1332. Se encontraba en la iglesia de San Procolo en Firenze, donde fue vista por Lorenzo Ghiberti, que la citó en sus Comentarios. Cuando la iglesia fue derribada, en 1742, la obra fue desmembrada. Los paneles laterales llegaron a los Uffizi en 1914, mientras que la “Virgen con el Niño” del centro permaneció en el mercado anticuario, llegando finalmente al museo en 1959.
La obra muestra en el centro a la Virgen con el Niño, a la izquierda San Nicolás, y a la derecha San Procolo. En las cúspides se encuentran San Juan Evangelista, Cristo Redentor, y San Juan Bautista.
Es notable la atención prestada a los detalles, sobretodo en el riquísimo vestido de los personajes. Las posturas son aún rígidas en contraposición con las que pintaba Giotto en la misma época. Pero la característica sobresaliente de la obra es la humanidad de la Virgen y el Niño lograda por Lorenzetti: Jesús mira directamente a la madre con los ojos sorprendidos y la boca semiabierta, generando la impresión bastante lograda de un recién nacido. La madre, que aparece elegante como una noble mujer de la época, devuelve la mirada al hijo y le ofrece una mano para jugar.
Es curiosa la presencia de un trozo de coral rojo en el cuello del Niño: se trata de un antiquísimo talismán para los recién nacidos, que en el caso de la iconografía de Jesús tiene un significado relacionado a la sangre de la pasión.
Tríptico de San Procolo (1332) Ambrogio Lorenzetti
sábado, 2 de febrero de 2013
Arte Gótico,
Lorenzetti,
Pintura,
Uffizi
No hay comentarios